Hay épocas más difíciles que otras, normalmente vamos viviendo al ralentí con un motor engrasado perfectamente y que encajan todas las piezas, pero de vez en cuando salta algún engranaje y cuesta arrancar de nuevo el motor. El problema es cuando saltan la mayoría de los engranajes del motor y cuesta arrancar horrores, y es lo que últimamente estoy viviendo.
El blog no deja de ser un momento de reflexión, de estar delante de una pantalla en blanco y al final, cuando te pones delante de una pantalla en blanco tienes demasiadas cosas que escribir. Con lo que por éste miedo a la hoja en blanco, no he estado demasiado activo poniendo nuevas entradas.
Tenemos varias recetas pendientes de publicación, alguna pendiente de correcciones, ya que no ha salido como esperábamos, pero prometemos publicarlas en breve.
La receta que publicamos hoy es una adaptación de una receta del maravilloso libro de Alma Obregon, Objetivo Cheesecake Perfecto. La verdad que es un libro que debiera ser una guía para cualquier celiaco. Los ingredientes de cualquier cheesecake en su mayoría son sin gluten, y en el caso que lleven harinas o similares, la proporción es tan reducida que la sustitución por harina de arroz, o almidón de maíz, no afecta al resultado, tampoco es necesario la utilización de cualquier tipo de mejorantes que utilizamos habitualmente, con lo que debiera ser el método más sencillo para hacer cualquier postre a nuestros celiaquines.
En éste caso es un cheesecake cremoso, con lo que el porcentaje de harina es muy reducido. El sabor es espectacular, (sabe a cookie, cookie). Y como todo al final lo importante es una buena elección de galleta. En éste caso hemos ido a lo rápido, a las cookies del Mercadona (creerme, no me pagan por la publicidad de éstas galletas, :)...). Evidentemente con cualquier receta casera de cookies el sabor sería muchísimo más bueno.
El resultado, una receta sencilla, rápida y como dice Alma, con una textura espectacular. A nuestra familia les ha encantado.