lunes, 6 de junio de 2016

Red velvet con cheesecake sin gluten

Volvemos a la actividad ante un mes poco productivo en recetas nuevas, y la mejor excusa ¡¡¡mi cumpleaños!!!, ayer para celebrar con la familia estuvimos tratando de elegir receta, Hugo quería que repitiéramos la tarta de limoncello que luego montamos con fresas, lemon curd y cubierto con crema de queso al limón, pero preferimos probar recetas nuevas y nos hemos decidido por la receta de Alma Obregón de su libro Objetivo: Cheesecake perfecto adaptada a nuestro mundo sin gluten.

He tenido la fortuna de hacer un par de cursos con Alma Obregón, y el último con Hugo, y la experiencia fue maravillosa, no sólo descubrimos a una gran profesional, con una explicación de todo con mucho mimo, sino también a una mejor persona, muy simpática y que se desvive por cada uno de nosotros. Hugo se lo pasó genial, si tenéis oportunidad no lo dudéis.

De la receta nos ha gustado bastante, el problema ha sido la elección del molde por nuestra parte, Alma eligió un molde rectangular y nosotros un molde de tarta, al ser más grueso el tiempo de horneado cambia completamente y el problema que a la parte del Red Velvet sufre para cocinarse, con lo que en la elección del molde utilizar un molde bajo y rectangular, el que eligió Alma fue de 28 x 19 cm. Nosotros tenemos uno semejante, con lo que seguro que repetiremos. 

El bizcocho no lleva levadura, probamos en una versión anterior añadirle levadura a la parte del red velvet y el problema que al subir se mezcla con la capa del cheese cake, con lo que no es nada recomendable.

Y el resultado el siguiente, lo dicho, el cheesecake mezclado con el red velvet es una maravilla, es más, es el complemento perfecto!!!...

  



Ingredientes (para un molde rectangular de 25 x 20 cm).

Para el cheesecake.

310 gramos de queso Philadelphia (que no sea light), 140 gramos de azúcar, y 2 huevos tamaño L.

Para el red velvet.

160 ml de aceite de oliva suave, 140 gramos de azúcar, 2 huevos, 95 de almidón de maíz, 95 harina de arroz y 85 de almidón de yuca dulce, 1 cucharadita de vinagre, 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico, 2 cucharadas de cacao puro nosotros hemos utilizado Valor, 60 ml más dos cucharadas extra, 1/2 cucharadita de zumo de limón, colorante rojo en nuestro caso Sugarflair extra red (en tiendas de repostería creativa y tiendas especializadas, nosotros lo compramos en Horneando Deseos), opcional 1/2 cucharadita de goma Xantana.




Precalentamos el horno a 170º C y engrasamos el molde, (con spray desmoldaste apto, o con mantequilla y un pelín de harina tamizada), colocamos un papel vegetal sobre la base del molde para facilitar el desmoldado.

Empezamos con el cheesecake, para ello batimos el queso Philadelphia con el azúcar hasta que quede  una pasta muy cremosa, incorporamos sin dejar de batir los huevos uno a uno y apartamos, deben integrarse perfectamente.




El red velvet, es un bizcocho sencillo, pero cuidado con el colorante o tu cocina va a parecer la matanza de Texas, :). Mezclamos en un vaso los 60 ml de leche con el zumo de limón y reservamos. En el bol mezclamos el aceite con el azúcar, y sin dejar de batir añadimos los huevos.


Cuando la mezcla se haya integrado, añadimos tamizada la mitad de la harina y el cacao y mezclamos hasta que integre perfectamente. Sin dejar de batir añadimos la mitad de la leche y el zumo de limón que teníamos apartado.

Incorporamos el resto de la harina y el cacao (importante tamizado), y el resto de la leche, sucesivamente y que vaya integrando poco a poco hasta que quede una masa completamente homogénea.



Añadimos el colorante, va en función de la intensidad que le queráis dar, yo he utilizado una cucharadita rasa, en otro vaso aparte, mezclamos el bicarbonato con el vinagre (veréis que hace espuma) y lo añadís a la masa.


Vertemos 3/4 partes de la masa del red velvet en el molde (previamente engrasado y con el papel de hornear). Esparcimos con una espátula por encima la mezcla del cheescake, con cuidado que no se mezclen. Al resto del cheescake le añadimos las 2 cucharadas extras de leche y le añadimos por encima de la masa del cheesecake y mezclamos haciendo un marmolado (utilizando un palillo alargado).




Horneamos en torno a 35 o 40 minutos, el palillo debe de quedar lo más limpio posible y como dice Alma con amiguitas pegadas.


El resultado en nuestro caso ha sido muy satisfactorio, teniendo en cuenta el problema de la elección del molde, pero que merece la pena hacer y repetir!!!...

Saludos.



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