Hace ya unos meses en Instagram posteó a una de las reposteras que sigo "Aliter Dulcia" una foto de un flan pâtissier sans pate que tenía una pinta espectacular, basado en la receta de Christophe Michalak, he tratado de buscar de nuevo la foto pero no la he encontrado.
Pero tenía que encontrar la receta, y la verdad que ha sido un pequeño trabajo de investigación y mi mujer ha tenido que colaborar en gran medida, ya que mi dominio del francés es nulo.
El flan pastelero, o flan parisino, es un pastel de nata y huevo con un cierto espesor y que se hornea posteriormente, es completamente distinto a la concepción que tenemos en España del flan y es muy parecido a la textura de los pasteles de nata de Portugal, evidentemente con diferencias.
La mayoría de las recetas de flan pâtissier son sobre una masa quebrada y en forma de tarta, en Portugal se suele hacer sobre hojaldre horneado a alta temperatura y en porciones individuales.
Hemos encontrado diferentes versiones, la de Michalak con yemas y la versión que hemos escogido de Christophe Felder, con los huevos enteros, tenemos pendiente hacer la de Michalak y ya os diremos cual es la que más nos ha convencido.
El resultado ha sido espectacular, nos ha encantado, y a nuestra peque le ha encantado, es bastante sencilla de hacer y creemos que va a ser uno de nuestros postres fijos.
Ingredientes para un molde de 24 cm.
1 litro de leche entera, 250 gramos de azúcar, 120 gramos de almidón de maíz, 6 huevos medianos, 200 ml - 225 ml de nata líquida, 1 cucharada de vainilla en pasta y una base de masa quebrada de almendra que nosotros hemos hecho de la siguiente forma.
Precalentamos el horno a 180ºC
Después de tener la base preparada y templada nos ponemos con la mezcla.
Calentamos en un cazo la leche con la mitad del azúcar, la llevamos a ebullición.
En un cazuela, batimos los huevos con el azúcar,sin dejar de batir añadimos la nata, posteriormente añadimos el almidón de maíz tamizado y la vainilla en pasta. No lo ponemos en el fuego.
Añadimos a ésta mezcla la leche hervida poco a poco y sin dejar de remover.
Cuando se haya integrado perfectamente, ponemos la mezcla en el fuego y la llevamos a ebullición durante unos segundos, la masa espesará bastante, como una bechamel, debemos de dejar la mezcla sin grumos, en el caso que espese demasiado añadimos algo más de nata o de leche, pero tiene que quedar espeso.
Vertemos la mezcla sobre la base de masa quebrada. Y metemos en el horno, durante 40 - 45 minutos a 180ºC hasta que quede dorado por toda la superficie. En el caso que no quede ciertamente ligeramente tostado, cuando haya pasado el tiempo, ponemos un pelín a gratinar.
Dejamos enfriar unas 2 horas y servimos.
El resultado ha sido espectacular. Lo dicho, es muy sencillo y merece la pena hacerla muy a menudo.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario