La primera masa que hicimos fue la masa quebrada que publicamos el pasado mes de diciembre, y que ha pasado a ser no sólo una de las entradas más utilizada por nosotros.
Al final el planteamiento es fácil, el mismo día amasamos las masas para el resto de la semana y dejamos preparados para ir utilizando a la medida de nuestras posibilidades, lo normal.
Del relleno de nuestras empanadillas hemos tratado de buscar ideas, no sólo en la red mirando recetas, y con un par de mensajes en los distintos grupos de Facebook, sino también en amigos, compañeros de trabajo y demás.
Y la verdad que la labor de investigación resultó muy provechosa, con numerosas recetas para hacer, de momento vamos a tratar de ir recopilando todas ellas en éste blog que será editado para ir incorporando todas las aportaciones.
Preparación de la masa: Según receta masa quebrada sin gluten y sin mixes (pinchar en el enlace)
Preparación de las obleas:
La masa debe de reposar en la nevera y que quede bien fría, por lo menos un par de horas, aunque a mi me ha dado mejores resultados dejando reposar la masa en bloque durante toda la noche, noto la masa menos quebradiza.
Tras sacarla de la nevera en bloque la amasamos hasta hacerla flexible y vamos cogiendo trozos de masa y estirándolos enharinando (con harina de arroz), la superficie de trabajo para que no se pegue, la masa no se pega en exceso, con lo que con una buena superficie y un buen rodillo no es necesario enharinar en exceso (la foto corresponde con la primera vez que la hice, y pensaba que se pegaría más, no fue necesario tanto).
Cortamos con un cortante, o un círculo, o similar.
La masa no debe de quedar excesivamente fina, no es una masa pesada, las apilamos separando con trozos de papel de horno y las metemos en una bolsa tipo ZIP (de las del Ikea), y las dejamos en la nevera hasta que las utilicemos. Antes de utilizarlas las separamos una a una y las dejamos encima de la superficie de trabajo que atemperen durante mínimo media hora.
Relleno, el relleno puede ser muy variado, desde dulce a salado, las más típicas son las de tomate, atún y huevo cocido, pero la variedad es ilimitada. Lo único, la cantidad debe de ser reducida, el relleno no debe de ser muy líquido, y el relleno debe de estar frío o templado a la hora de montar las empanadillas, ya que si está muy caliente se rompen.
Para rellenarlas pintamos los bordes con el dedo mojado en agua, y echamos una pequeña de cantidad de relleno en su interior, doblamos con las manos y sellamos con el dedo, o con un tenedor.
Ideas de relleno (se admiten, es más os pediría, más y más sugerencias).
- Cebolla, calabacín, berenjena, bacon y queso de cabra. (Receta de mi compañera Raquel).
- Espinacas, bacalao y queso feta.
- Tomate seco, albahaca, queso philadelphia y cebolla caramelizada.
- Tomate frito, huevo duro, y atún.
- Pisto con huevo.
- Carne picada, cebolla picada, comino, pasas.
- Membrillo y queso gorgonzola.
- Morcilla, calabacín y piñones.
- Carne picada a cuchillo, pimiento rojo, cebolla, zanahoria, ajo, salsa perrins.
- Tiras de ternera, pimiento verde, cebolla, mostaza y un toque de nata de cocinar.
- Puerro, cebolla, bacon, queso parmigiano reggiano y queso philadelphia.
- Batata.
- Jamón york y queso.
Cocinado, puede ser horneadas o fritas, en principio de momento no hemos probado a freírlas, porque es como más nos gustan, quedan más ligeras.
En el horno, pintamos la superficie con huevo batido, y las depositamos sobre la bandeja del horno previamente precalentado a 180º. Horneamos durante unos 20 minutos, o hasta que doren.
El resultado una masa ligera, que admite múltiples combinaciones y a los niños les encantan.
Saludos.
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