Hay épocas más difíciles que otras, normalmente vamos viviendo al ralentí con un motor engrasado perfectamente y que encajan todas las piezas, pero de vez en cuando salta algún engranaje y cuesta arrancar de nuevo el motor. El problema es cuando saltan la mayoría de los engranajes del motor y cuesta arrancar horrores, y es lo que últimamente estoy viviendo.
El blog no deja de ser un momento de reflexión, de estar delante de una pantalla en blanco y al final, cuando te pones delante de una pantalla en blanco tienes demasiadas cosas que escribir. Con lo que por éste miedo a la hoja en blanco, no he estado demasiado activo poniendo nuevas entradas.
Tenemos varias recetas pendientes de publicación, alguna pendiente de correcciones, ya que no ha salido como esperábamos, pero prometemos publicarlas en breve.
La receta que publicamos hoy es una adaptación de una receta del maravilloso libro de Alma Obregon, Objetivo Cheesecake Perfecto. La verdad que es un libro que debiera ser una guía para cualquier celiaco. Los ingredientes de cualquier cheesecake en su mayoría son sin gluten, y en el caso que lleven harinas o similares, la proporción es tan reducida que la sustitución por harina de arroz, o almidón de maíz, no afecta al resultado, tampoco es necesario la utilización de cualquier tipo de mejorantes que utilizamos habitualmente, con lo que debiera ser el método más sencillo para hacer cualquier postre a nuestros celiaquines.
En éste caso es un cheesecake cremoso, con lo que el porcentaje de harina es muy reducido. El sabor es espectacular, (sabe a cookie, cookie). Y como todo al final lo importante es una buena elección de galleta. En éste caso hemos ido a lo rápido, a las cookies del Mercadona (creerme, no me pagan por la publicidad de éstas galletas, :)...). Evidentemente con cualquier receta casera de cookies el sabor sería muchísimo más bueno.
El resultado, una receta sencilla, rápida y como dice Alma, con una textura espectacular. A nuestra familia les ha encantado.
Ingredientes (para un molde de unos 20 cm. de diámetro).
Para la base
150 gr. de cookies sin gluten (hemos utilizado las cookies de Mercadona), 75 gramos de mantequilla.
Para el relleno,
900 gramos de queso crema (nosotros hemos utilizado Philadelphia normal), 200 gramos de azúcar, nosotros hemos utilizado panela como indicaba Alma en su receta, aunque se puede utilizar cualquier azúcar moreno, o cualquier otro edulcorante, 1 cucharada sopera de harina de arroz, 1 cucharada sopera de almidón de maíz, un chorrito de nata líquida para montar, 4 huevos medianos, 1 cucharadita de vainilla en pasta, 100 gramos de gotas de chocolate, alguna cookie más, tanto para la decoración como para la masa.
Precalentamos el horno a 180ºC
Vamos preparando el molde, primero lo engrasamos, nosotros utilizamos spray desmoldante, aunque podéis engrasar con vuestro sistema habitual.
Pulverizamos las galletas, la vertemos sobre el molde y la mezclamos con la mantequilla previamente derretida. Cubrimos completamente la base y la dejamos en la nevera mientras preparamos el relleno. A nosotros nos gusta mezclar galleta pulverizada, con algún trocito de galleta más grande.
Mezclamos el queso con el azúcar, cuando esté completamente integrado, añadimos la harina y la nata líquida, Alma en su receta no la utilizaba, pero pienso que lo agradece la mezcla.
Añadimos los huevos uno a uno, cuando se hayan integrado perfectamente, añadimos las gotas de chocolate, la cucharadita de vainilla y alguna galleta a la mezcla, que como se desmigan con la batidora de varillas, queda una textura especial cuando te las encuentras.
Vertemos sobre el molde que teníamos apartado en la nevera, igualamos la superficie y decoramos con más gotas de chocolate y alguna cookie.
Horneamos suavemente, para que cuaje pero sin resecar la superficie, en torno a 25 minutos a 160ºC y después de bajar la temperatura a 120ºC lo dejamos en el horno durante 60 minutos más. Suele agrietarse la superficie, no os preocupéis.
Sacamos del horno y dejamos que enfríe, después de sacar del horno suele bajarse un pelín, luego lo metemos en la nevera durante un mínimo de 4-6 horas, es necesario que repose, nosotros la preparamos ayer por la noche para la comida de hoy.
Y el resultado lo dicho, una tarta ligera, con un color canela y un aroma genial, y muy cremosa. Sobre todo es una receta muy sencilla y muy rápida de preparar.
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