Si hay un licor típico de Italia, y por ende en todos los restaurantes italianos es el limoncello. Y siempre que algún conocido va a Italia, es un regalo bastante socorrido.
En nuestra casa como en todas tenemos un problema, la falta de espacio, y el armario que teníamos unas botellas, se van multiplicando y multiplicando y el mayor problema es que no les damos salida, con lo que tenemos que buscar recetas de "cocina de aprovechamiento".
La idea de la receta ha surgido al tratar de replicar un bizcocho que probé en la cafetería de San Martín de la Vega que no tiene nada que ver con éste, y tratando de buscar y rebuscar entre nuestros libros vimos el título de la receta de tarta de limoncello, en el libro de Objetivo Tarta Perfecta de Alma Obregón, pero no nos cuadraba la proporción de ingredientes, con lo que hemos tratado de hacer nuestra propia receta y la verdad que el resultado ha sido bastante satisfactorio.
Quizá falta potenciar algo más el sabor del limón, hemos sido prudentes con las cantidades de limoncello para que fuera apto, pero sí que se puede aumentar, también se puede potenciar el sabor del limón con algo de lemon curd o bien con un poco de zumo de limón, o incluso sustituir el mascarpone con yogurt de limón, pero de momento la receta nos ha gustado bastante ya que ha quedado con unos matices muy delicados. Eso sí, todas nuestras recetas están para destriparlas y cambiarlas vamos que el laboratorio de I+D debe de ser entre todos y de ésta forma conseguiremos aprender cada día más.
Como todos los bizcochos que de momento tenemos publicados ha salido muy esponjosos, éste en particular tiene un aroma espectacular a limón, la cocina huele que alimenta!!!...